Empecemos caracterizando a la persona que hace software como un individuo que necesita estar a la vanguardia de la tecnología, explotando su capacidad, su gran creatividad y desplegando su talento y egocentrismo desmedido ante sus compañeros inocuos o neófitos que incursionan en el mundo del desarrollo. Es así como su ego va creciendo día a día como producto del valor que aporta a la compañía y necesita de un continuo desafío a la altura de su potencialidad que lo reinventen en cada línea de código que agrega (o comenta).
Ahora..Por qué tomar la decisión de irse? Son las compañías las que no están a nuestra altura? Son ellas las responsables de no mantenernos en un desafío constante que nos haga sentir "completos" o satisfechos con nuestro aporte del día a día?
Retomando un poco al tema motivo de esta entrada, es difícil tomar la decisión de irse...y más aún cuando el grupo de trabajo tiene una buena química y el trabajo no parece tal, sino una actividad extra curricular, pero que se disfruta y resulta conveniente a las partes involucradas.
Por qué las empresas no se dedican más a cuidar estos grupos, estos engranajes, en detrimento de cuestiones banales como el ser esquivos en ofrecer mejores condiciones o de establecer una relación franca con el empleado que le permita ponerse en sus zapatos y entenderlo?
Evidentemente hacen un juego de ajedrez, para cuidar sus intenciones plenamente egoístas pero hacen un juego de rompecabezas con nosotros, cual ficha que no encaja y es lanzada por el aire, para retomarla en otro momento si es que se decide continuar o bien volver a empezar...
Creo que ese es justamente el error...el tratar de armar continuamente el rompecabezas, el deseo de no terminarlo, de dejarlo incompleto...Ahora una pregunta: sirve esto?
Cuando un amigo se va...Qué pasa? Le sigue el resto!
Saludos!